Logo Auto.cl
search icon
search icon
viernes, 10 de mayo de 2024

Winter is coming: 7 claves para cuidar tu auto en el invierno

El invierno aún no llega, pero está cerca. Han caído las primeras lluvias en esta temporada y el frío matinal se siente cada vez más intenso. Tanto, que el termómetro ya ha registrado temperaturas bajo cero y los especialistas anticipan que pueden repetirse. El frío y estas condiciones adversas pueden afectar significativamente el rendimiento del vehículo y, especialmente, la seguridad. Por eso, además de mantener buenos hábitos de manejo, es necesario tener un cuidado extra durante esta temporada para mantener el vehículo en buen estado y así evitar problemas.

En auto.cl te entregamos recomendaciones fundamentales para el cuidado de tu auto en invierno.

Calentamiento del motor y lubricantesDespués de encender el motor, déjalo funcionar al ralentí durante unos 5 minutos para que el aceite circule y alcance una temperatura operativa óptima. Esto es crucial porque el aceite frío no protege adecuadamente las partes del motor, lo que aumenta el desgaste.
Chequeo de líquidos anticongelante y refrigeranteEl cuidado de los lubricantes del automóvil es un elemento fundamental de su funcionamiento en el motor. Abre el capó y localiza el depósito del líquido refrigerante, que generalmente está marcado con símbolos o etiquetas. Asegúrate de que el nivel está entre las marcas de "mínimo" y "máximo". Revisa también el color del líquido; si parece turbio o tiene partículas flotantes, podría ser hora de cambiarlo.
Revisión de las plumillas.Las lluvias pueden ser un gran enemigo en la ruta. Por eso debes chequear el estado de las plumillas cada año, ya que tienen un rápido deterioro con la exposición al sol o al uso frecuente, entre otros factores. Levanta las plumillas y examina las gomas buscando grietas o desgaste. Pasa tu dedo a lo largo de la goma para sentir irregularidades. Si las plumillas no limpian el parabrisas de manera efectiva, reemplázalas inmediatamente para garantizar una visibilidad adecuada.
Cuidado con los neumáticos. Con el invierno los caminos se hacen cada vez más complicados con la lluvia y el frío, exigiendo a los neumáticos más que en otro periodo. Usa una moneda de $100 o un medidor de profundidad para verificar el dibujo del neumático, que debe tener de 1,6mm. Coloca la moneda en las ranuras del neumático y si puedes ver el borde dorado de la moneda, es tiempo de cambiar los neumáticos. Revisa también si hay signos de envejecimiento, como grietas o abultamientos en los costados.

neumáticos nuevos

Comprobación del sistema de frenos. Con los terrenos más complicados, ya sea por la lluvia o por el barro, los frenos sufren más al accionarlos. Al conducir, presta atención a cualquier ruido inusual o vibración al frenar ya que pueden ser factores para un mantenimiento o incluso un cambio de sus pastillas. En un área segura y poco transitada, prueba los frenos a diferentes velocidades para asegurarte de que la respuesta es inmediata y uniforme. Si notas irregularidades, lleva el auto a un mecánico profesional.
Verificación de luces externas e internas. Al tener menos horas de luz natural, es importante mantener los focos externos funcionando de manera correcta. Niebla u otras condiciones ambientales pueden provocar incidentes en el camino. Enciende todas las luces del vehículo y realiza una inspección visual. Asegúrate de que todas las luces funcionen correctamente y que las carcasas no estén dañadas o empañadas. La visibilidad es crucial, especialmente en condiciones de niebla o lluvia intensa.
Atención a la batería. Es uno de los elementos relevantes del vehículo y es prudente revisarlo constantemente en invierno, pues con el frío es habitual que sufra cambios. Antes de arrancar tu vehículo en frío, puedes verificar el voltaje de la batería con un voltímetro o llevarlo a un servicio técnico para que realicen una prueba de carga. Si el voltaje está por debajo de 12.4 voltios, es posible que necesites recargarla o reemplazarla. Observa también si la carcasa de la batería muestra signos de corrosión o daño.

Nunca está de más señalarlo, pero siempre es recomendable adaptar las técnicas de conducción en condiciones de hielo o nieve, como reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguimiento entre vehículos y evitar maniobras bruscas para disminuir el riesgo de deslizamientos.